Situación geográfica
La Bañeza es un municipio situado en el sur de la provincia de León, 49 km al suroeste de la capital provincial para ser más precisos. Las tierras de la comarca bañezana son regadas por tres ríos, el Órbigo, el Tuerto y el Duerna, haciendo honor a esa citada ubicación en la provincia leonesa, la tierra más numerosa en ríos de España. Su población ronda los 11.000 habitantes, que se duplica (como mínimo) en Carnaval y se triplica (como mínimo) durante las fiestas patronales y su carrera de velocidad.
Durante los años 60 y 70 (fotos de la izquierda) la carrera de motos se convirtió en el espectáculo más atrayente de la localidad leonesa. Tras la transición y en los albores de los 80 (foto de la derecha), los bañezanos se lanzaron libremente a la calle en su otra pasión, los carnavales. Desde entonces y siguiendo en los 90 y principios del siglo XXI (imágenes del video), ambos eventos han llenado de calor y colorido las celebraciones más populares de verano e invierno.
Posee una altitud sobre el nivel del mar que oscila entre los 700 y los 800 metros y que varía, por ejemplo, dependiendo de si te encuentras en el Barrio de San Julián, viendo el banderazo de salida de la carrera de velocidad sobre una acera, a si te encuentras observando las pruebas sentado en un muro en la chicán de la Plaza Reyes Católicos; también varía de si te encuentras viendo el espectacular trazado del circuito de motocross de La Salgada desde su torre de control a si te encuentras bailando con las charangas del más espontáneo de los carnavales en la modernista Plaza Mayor de la ciudad… Sin duda, la velocidad el vértigo y el espíritu animoso y festivo son características de este rincón de León.
Pinceladas de su historia
La ciudad contaba en el siglo X con un monasterio, que Almanzor destruyó años más tarde. La milenaria iglesia del Salvador, con restos románicos y renacentistas, es lo que queda de aquella fundación.
En La Bañeza, las motos vuelan a la altura de sus monumentos. En el ocaso de los años 70 el trazado del circuito urbano discurría por un punto conocido como » la cuesta del tunel», que hacía las delicias de los espectadores, que veían como las motos saltaban en un cambio de rasante de la pista.
Fué en el siglo XVI cuando empezó La Bañeza a tener cierta importancia. De 1532 es el inicio de la iglesia de Santa María, con planta de cruz latina y tres naves. En el interior se halla un excelente retablo barroco y una Piedad, de Gregorio Fernandez.
A mediados del siglo XX, mientras en invierno la Guardia Civil perseguía por las calles de la ciudad a los irreverentes carnavaleros en época de prohibición, en verano nacía en esas mismas calles un acontecimiento que ha perdurado en el tiempo, atrayendo a gentes de toda la geografía nacional e incluso de más allá de nuestras fronteras: la carrera de velocidad en circuito urbano. Tras el inconmensurable esfuerzo de muchos años y la pasión que la ciudad ha demostrado por el deporte del motociclismo, un nuevo acontecimiento histórico está próximo a suceder: la concesión de un circuito de velocidad permanente. Esperemos poder pubicar en estas líneas pronto la confirmación viviente de tan ansiada realidad.
Gastronomía
Dentro de la gastronomía típica bañezana conviene destacar las ancas de rana que pueden degustarse en muchos de los restaurantes de la localidad, así como las alubias, las cuales han obtenido en el año 2006 la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de La Bañeza-León.
En el ámbito de la repostería son de destacar los Imperiales y las Yemas. Entre los líquidos y licores preferidos por los bañezanos se hallan la gasolina, que alimenta los motores de las motos, y la limonada, que cada bar o casa prepara con su particular receta y que alimenta a l@s moz@s de las cofradías que pujan los pasos en las procesiones de Semana Santa. Desde que la sardina es enterrada en la clausura y despedida de Don Carnal, el pueblo aguarda seis semanas la llegada del Santo Potajero que, con su generosidad, brinda a todos exquisitos platos de Potaje con Bacalao.
Sin duda, nos encontramos ante unos habitantes respetuosos con la tradición. Y este hecho es corroborado por el Motoclub Bañezano, que lleva medio siglo transformando las calzadas de la ciudad en un circuito de velocidad en su ineludible cita anual.